Rui Ferreira | Miami
La mujer detrás de las acusaciones de acoso sexual contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, parece ser una activista política que ha trabajado en organizaciones como el Centro Olof Palme, pasando por el partido democristiano sueco y ahora es secretaria política de los cristianos socialistas del país nórdico.
Sin embargo, Anna Ardin ha alborotado a círculos políticos cubanos, desde la blogosfera opositora hasta la oficial, todos están tomando partido y debatiendo a favor o contra esta mujer, de la cual muchos saben muy poco.
Para La Habana, incluso sus periódicos, Ardin es una "agente de la CIA, de origen cubano", que trabaja para órganos de prensa subvencionados por la oposición de Miami. Incluso, tendría conexiones con el escritor exiliado Carlos Alberto Montaner y su Unión Liberal Cubana.
Anna Ardin.
La primera mención que apuntaba a esa posibilidad apareció publicada el 14 de septiembre en un portal llamado Counterpunch, que ha desarrollado una fuerte campaña a favor de Assange.
Montaner ha dicho al portal Diario de Cuba que no tiene la más mínima idea de quién es Ardin, al menos hasta el momento en que comenzó a ser mencionada en la prensa.
Lo único que se sabe de ella con relación a la isla comunista es que ha visitado Cuba en un par de ocasiones, allí mantuvo contactos con la oposición política, en particular la organización ilegal Arco Progresista, liderada por el opositor Manuel Cuesta Morúa.
Fue precisamente cuando trabajaba para el Centro Olof Palm, que Cuesta Morúa conoció a Ardin. Según reveló el opositor cubano a Diario de Cuba, las relaciones se deterioraron.
"Después de haber tenido una buena relación, en representación del Centro Olof Palme, de pronto viró la tortilla y se hizo eco de acusaciones infundadas sobre un supuesto mal manejo de las finanzas", dijo el opositor.
Según Cuesta Morúa, "afortunadamente, no lo logró", aunque "sí hizo algún daño". Ardin ha publicado en un diario sueco un par de artículos sobre su viaje a la isla el año 2004 que fueron posteriormente reproducidos en un portal de cubanos exiliados en Suecia, Misceláneas de Cuba. El tono es de una crítica partiendo de un ángulo de izquierda, algo que no era inusual en ese entonces.
"En Cuba, la educación y la salud son gratis desde el triunfo de la revolución y el establecimiento en el poder del comunismo en 1959. Son pocos, o nadie, los que mueren de hambre o viven en las calles. En general nadie necesita preocuparse por la violencia o el crimen. Sin embargo, los salarios son bajos. (…) Sobrevivir sobre la base de esos salarios parece algo imposible (a pesar de que lo más elemental es relativamente barato). Ahorrar para comprar un par de zapatos debe tomar medio año, por no mencionar cómo debe ser comprar un televisor o un carro, aunque muchos cubanos lo tengan", escribió Ardin en el diario sueco Gotlands Tidningar, según la traducción del portal Misceláneas de Cuba.
La activista, critica en términos generales, y como han hecho muchos, la falta de acceso entonces de los cubanos a las instalaciones turísticas, una política que cambió desde que el presidente cubano Raúl Castro asumió el poder hace dos años.
Y termina abogando por la disidencia de izquierda en la isla, al recordar que "la oposición socialdemócrata, Corriente Socialista Democrática Cubana, intenta mostrar que existe una alternativa entre los dos extremos claramente presentes: que Castro y su pandilla controlen Cuba o que lo haga los Estados Unidos".
El año 2007, Ardin presentó una tesis de maestría en la Universidad de Uppsala, sobre el futuro de Cuba titulada "El sistema cubano multipartidista. ¿Es la alternativa democrática realmente demócrata y una alternativa después del régimen de Castro?".
Assange ha sido acusado por Ardin de acoso sexual no de violación. De hecho, la tipificación del crimen es, cuanto mucho, insólita: "sexo por sorpresa", que es la ley sueca que penaliza las relaciones sexuales sin el uso del condón. El castigo es una multa a lo sumo de unas 200 coronas suecas.
Según varias publicaciones suecas y estadounidenses, Ardin ha sido una especie de divulgadora de la obra de Assange y su portal WikiLeaks en Suecia. Fue de su mano que el periodista australiano impartió una conferencia en el país nórdico y allí, aparentemente, tuvieron relaciones sexuales.
Según el portal sueco Newsglobe.com, la queja de Ardin contra Assange estaría únicamente basada "en una relación sentimental que no dio cierto".
Y su relación con la agencia de inteligencia de Estados Unidos (CIA) es "una tontería", porque fue atribuida al hecho de que un primo suyo sirve en las fuerzas de la OTAN en Afganistán, una organización militar de la cual ni siquiera Suecia forma parte.
http://www.elmundo.es/america/2010/12/07/cuba/1291755932.html
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