Raúl, pequeñín, ¿dónde estás?
viernes, 30 de julio de 2010
Raúl, pequeñín, ¿dónde estás? ¿Qué te han hecho, pobrecito mío? Seguramente el malvado hermano mayor ha vuelto a castigarte encerrándote en el cuarto oscuro. Te has portado mal… es que no escarmientas hijo mío. ¿Cuántas veces tendré que decirte que no tomes decisiones sin antes consultar? Hay que respetar a los mayores, chavalín… faltaría más. Esta vez te han engatusado el Desatinos y el curita Ortega y ya ves tú las consecuencias. ¡Vuelta a sacar los pies del plato y vuelta al cuarto oscuro! Pobrecillo mi chinito… que cabezota es. Además, ¿qué prisa tienes en obtener protagonismo cuando sabes de sobra que al cantío de un gallo serás el dueño del patio? Pero tú, dale que te pego con tu impaciencia… Venga ricura, que tu momento está a la vuelta de la esquina y en breve podrás protagonizar cambios que seguramente no afectarán en lo más mínimo la integridad del régimen para que el castrismo sobreviva a fidel presidido por el benjamín de la familia que también es castro. Entonces con o sin la ayuda de Desatinos y el curita Ortega harás “cosas” que contenten a los “comemierdas” de siempre que te arroparán diciendo que “algo está cambiando en Cuba”… (Otro perro con el mismo collar teñido de rojo con sangre inocente).
A lo mejor tú resultas ser un poquito menos malo que tu hermano fidel, pues aunque sois hijos de la misma pobre madre emputecida, tu padre al menos no fue un gallego cuatrero sino un bonitillo y chulesco soldadito achinado (como tú) cuyo mayor defecto (o virtud) fue haber sido un consumado y empedernido fornicador lo cual despertó las ansias incontroladas de la enviciada autora de tus días. ¡No te aflijas, chiquilín! Aquí en España hay un dicho que dice: “La jodienda no tiene enmienda”… Eso pasa en las mejores familias; cuanto más en la tuya que no ha sido de lo mejor… ni mucho menos. Hazme caso, pedazo de cielo, por una vez y pórtate bien para que te saquen del cuarto oscuro y cuando menos te dejen “echar” un discursito en una cooperativa agraria en algún lugar remoto de La Isla. Sé paciente que estas en el umbral de la gloria terrenal. No bebas mucho, sobre todo si conduces; el alcohol y el asfalto son incompatibles. Recibe un fuerte ¡ojalá que te parta un rayo! Y hasta la próxima… Raulillo, pequeñín…
http://loboherido41.wordpress.com/2010/07/28/raul-pequenin/
Publicado por en 13:53
Etiquetas: Raul Castro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comments
Publicar un comentario